Un abogado del Departamento de Justicia contactó repetidamente a través de correos electrónicos con el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT), preguntó por el estudio e, incluso, planteó citaciones a quienes intervenían en este, precisó una publicación del medio.
Los mensajes enviados entre octubre de 2020 y enero de 2021 revelan la participación, no reportada previamente, de esa dependencia federal de la Casa Blanca en la trama golpista contra el entonces mandatario boliviano Evo Morales, señaló.
Las acciones dirigidas específicamente contra dos miembros del MIT cuestionaron su trabajo para el Centro de Política e Investigación Económicas, en el cual negaban las sospechas de que en Bolivia se manipularon los comicios de ese año, advirtió el texto.
El régimen golpista, que duró poco, llegó al poder con una hoja de ruta clara en las semanas anteriores a las votaciones de octubre de 2019, la oposición llenó las redes sociales y la televisión con un sinfín de anuncios de que el dignatario utilizaría el fraude generalizado para ganar la reelección, mencionó.
Las acusaciones eran falsas, concluyó el análisis estadístico realizado por Jack R. Williams y John Curiel del Laboratorio de Ciencia y Datos Electorales del MIT, cuyos resultados divulgaron el Washington Post en febrero de 2020 y posteriormente el New York Times.
Un informe parcial de la Organización de Estados Americanos (OEA) sobre supuestas irregularidades en el conteo de las elecciones generales de esta nación andino-amazónica fue el pretexto para romper con el orden constitucional.
Cuestionaba que había mesas con votación casi total para Morales, lo cual resultó más alto después en el sufragio ganado por el actual jefe de Estado, Luis Arce Catacora, también del Movimiento al Socialismo, quien obtuvo el triunfo con más de 55 por ciento de los votos válidos emitidos.
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