En varias ciudades, algunas de esta nación norteamericana, expresaron se expresó el rechazo a las medidas coercitivas impuestas por Washington a La Habana y por la construcción de “Puentes de Amor”.
En Miami, por ejemplo, emigrados y amigos de la isla recorrieron las calles en autos en los que ondearon la bandera cubana y la estadounidense.
Gritos de “¡Cuba sí, bloqueo no” rompieron la rutina de esa urbe, así como los reclamos por el programa de reunificación familiar, el envío de remesas y los viajes al territorio caribeño.
El organizador del proyecto solidario Puentes de Amor, Carlos Lazo, denunció la violencia contra participantes en la protesta pacífica, quienes fueron objeto de ofensas y críticas de personas que él calificó como odiadores porque quieren mantener el bloqueo y “poner de rodillas al pueblo cubano”.
Pese a las amenazas para la seguridad de los activistas, el coordinador de la iniciativa subrayó que esas posturas no van a detener las acciones.
“¡No nos amedrentarán! ¡La familia es sagrada! ¡Viva Cuba!”, enfatizó Lazo en una transmisión en vivo desde su cuenta oficial en Facebook.
Las caravanas tienen lugar el último fin de semana de cada mes y sus peticiones refuerzan las exigencias de organizaciones internacionales, personalidades y países, que también insisten en la necesidad de anular el cerco económico, comercial y financiero impuesto por Washington a La Habana hace más de seis décadas.
Miembros de la sociedad civil norteamericana, el ayuntamiento de ciudades como Minneapolis (en Minnesota), instituciones basadas en la fe y líderes mundiales instaron también a Biden y al Congreso a eliminar a Cuba de la lista arbitraria de supuestos países patrocinadores del terrorismo.
“Ha transcurrido la mitad de su mandato y no hay ningún gesto exterior ni reconocimiento de que la inclusión de Cuba en esta designación fuera merecida”, señalaron más de un centenar de abogados en una carta al ocupante del Despacho Oval y pidieron una revisión del tema.
En tanto, exanalistas y funcionarios estadounidenses que trabajaron en la política hacia La Habana en administraciones republicanas y demócratas reconocen que la permanencia de la nación caribeña en ese listado deviene una ficción creada para reforzar la lógica del bloqueo.
En tal enumeración apareció Cuba por primera vez en 1982, bajo el mandato de Ronald Reagan (1981-1989), hasta que en 2015 la administración de Barack Obama (2009-2017) decidió sacarla como parte del proceso de normalización de relaciones entre ambos países.
Pero el 11 de enero de 2021 el Gobierno de Donald Trump (2017-2021) anunció la reincorporación del territorio insular.
A juicio del lingüista estadounidense Noam Chomsky y del historiador indio Vijay Prashad, la decisión de Trump en los últimos días de su administración fue un acto de venganza, y Biden mantiene esa política resentida que castiga a Cuba, no por terrorismo, sino por promover la paz.
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