Hyok recuerda que hace unos días el periodista estadounidense Seymour Hirsch aseguró que las explosiones, ocurridas en septiembre de 2022, fueron causadas por artefactos explosivos controlados a distancia por buzos de la Marina de los Estados Unidos, bajo instrucciones directas del presidente Joseph Biden.
Señala que el periodista norteamericano John Dugan atribuyó los preparativos de la acción a marines que participaban en el ejercicio Baltops-22, realizado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte en el mar Báltico, en junio del año pasado.
Tan pronto como estalló el incidente -comentó Hyok- Estados Unidos y Occidente responsabilizaron sin fundamento a Rusia del sabotaje a los gasoductos Northern Stream para agravar la crisis energética europea, e intentaron crear una atmósfera de condena contra Moscú.
El articulista hizo notar que aunque Rusia propuso realizar una investigación conjunta con países de la Unión Europea para poner en claro la verdad sobre el incidente, Estados Unidos y sus aliados hicieron oídos sordos a la propuesta, empeñados en mantener el falso rumor que habían propalado.
Tras citar el refrán, según el cual el responsable de un hecho es el que saca el máximo provecho de él, Hyok pregunta qué ganará Rusia con destruir el gasoducto, fabricado a un astronómico costo de 10 mil millones de dólares y del que esperaba grandes ganancias por su explotación durante decenios.
La verdad se revelará en cualquier momento y entonces Estados Unidos debería ser juzgado por las consecuencias de la voladura de los gasoductos Northern Stream sobre el medio ambiente y la seguridad energética de Europa, augura el articulista.
La comunidad internacional -alerta- debe redoblar la vigilancia sobre las maniobras de coerción, arbitrariedad y conspiración de los Estados Unidos, que se vale de todos los medios y métodos sin tener en cuenta siquiera los intereses de sus aliados, con tal de alimentar su hegemonía y codicia.
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