Si bien las organizaciones feministas aclararon que la finalidad de las movilizaciones es reclamar políticas públicas encaminadas a solucionar problemáticas de género, tendrán lugar en el contexto de un Ejecutivo debilitado, impopular y ante un posible juicio político.
Analistas, como la politóloga Carolina Andrade, alertaron que la forma cómo el Ejecutivo aborde la manifestación podrá o no ser contraproducente y recordó cómo el año pasado la protesta terminó en represión.
Este martes, el ministro del Interior, Juan Zapata, aseguró que las marchas previstas para hoy se realizarán sin presencia policial.
Confiamos que este sea un ejemplo de participación democrática, manifestó el titular en rueda de prensa al resaltar que es una decisión nunca antes tomada.
No obstante, Fausto Salinas, comandante de la Policía Nacional, advirtió que habrá “equipos de reacción” conformados por mujeres policía que actuarán en el caso de reportarse alguna situación de alteración del orden.
Está previsto que las marchas tengan lugar en las ciudades de Quito y Guayaquil en reclamo de políticas públicas a favor de las mujeres.
Entre las demandas figura contar con trabajo digno, vivienda para los sectores populares, fomentar la educación integral y de calidad, potenciar la salud física y mental, además del acceso integral para el aborto seguro.
Asimismo, reclamarán acciones para combatir la violencia de género ante las altas cifras de feminicidios que se registran en el país luego de un 2022 con 323 féminas asesinadas.
Además de los colectivos feministas, a las movilizaciones de este 8 de marzo se sumarán organizaciones sindicales e indígenas.
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