De acuerdo con una nota del despacho presidencial, el mandatario en ningún momento abordó ese asunto.
La posición de Niiniströ se conoce, después que la primera ministra Sanna Marin, indicó a la prensa que era posible la discusión sobre el envío a Kiev de los citados aparatos aéreos, algo de lo que habría conversado con el jefe de Estado ucraniano, Vladimir Zelensky.
El ministro de Defensa de esta nación, Antti Kaikkonen, admitió que estaba al tanto de las intenciones de Marin de hablar con Zelensky sobre el suministro de las naves de guerra, en medio de las denuncias de Moscú de que el rearme de Ucrania solo prolongaría el conflicto.
Al mismo tiempo, el titular de Defensa consideró que a su país aún le harían falta los Hornet por varios años más, aún cuando se firmaron contratos para la compra de los F-35 estadounidenses, de quinta generación y por un monto total de unos 10 mil millones de euros.
El 24 de febrero del pasado año, el presidente Vladimir Putin ordenó el inicio de una operación bélica en Ucrania para proteger la población de la sublevada región de Donbass, así como para desmilitarizar y desnazificar a ese vecino país.
Finlandia y Suecia anunciaron su intención de abandonar su estatus neutral para intentar el ingreso a la Organización del Tratado del Atlántico Norte, en el contexto de la confrontación en Ucrania, un paso que Moscú considera para nada contribuirá a la seguridad regional.
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