El tanquero transportaba 800 mil litros de combustible industrial cuando naufragó a causa de una tormenta en la isla de Mindoro, al sur de esta capital.
Los expertos filipinos se declararon incapaces de llegar a los restos del buque, que yacen a unos 400 metros de profundidad y de donde sigue escapando crudo.
Muestras de combustible ya fueron tomadas en playas a más de 350 kilómetros del lugar del incidente, mientras miles de pescadores de la zona se ven impedidos de faenar por orden de las autoridades.
De acuerdo con reportes del diario Phil Star, Japón enviará en breve personal especializado para dirigir las actividades de retirada y control del petróleo.
El derrame pudiera dañar una vasta zona rica en arrecifes de coral, algas y manglares, admitió el Ministerio de Medio Ambiente de Filipinas.
mem/asg