Según la lógica del campeón del mundo en Sudáfrica 2010, «si quieres comprar a un árbitro es tan fácil como ir y pagarle directamente a él con dinero negro, no pagando a un vicepresidente del Comité con factura».
Pondría la mano en el fuego por el Barça. No se han comprado árbitros, recalcó el otrora zaguero central del Barcelona y la selección de España, retirado del deporte activo hace apenas unos meses.
Piqué fue uno de los pilares de la escuadra azulgrana en la época dorada del club, marcada por sendos tripletes de Liga de España, Copa del Rey y Champions en 2009 y 2015, de la mano de los entrenadores Josep Guardiola y Luis Enrique Martínez.
Por mucho que quieran ensuciar esa época no podrán, se pueden revisar los partidos y las copas, fuimos muy superiores, no dependimos de los árbitros (…) creo que es más ruido que otra cosa, enfatizó.
El viernes último, la Fiscalía acusó al Barcelona del delito de corrupción en los negocios en el ámbito deportivo, además de administración desleal y falsedad en documento mercantil.
Entre los acusados están los expresidentes Sandro Rosell (2010-2014) y Josep María Bartomeu (2014-2020), además del propio club como persona jurídica.
Todo estalló semanas atrás, cuando salieron a la luz una serie de pagos millonarios del Barcelona al exvicepresidente del Comité Técnico Arbitral José María Enríquez Negreira, para -asegura la Fiscalía- favorecer a la entidad catalana en la toma de decisiones de los árbitros.
La investigación descubrió que, al menos entre 2001 y 2018, el Barcelona pagó a Negreira, a través de dos empresas (Nilsat y Dasnil), un total de 7,3 millones de euros.
Los altos cargos del equipo azulgrana atribuyen esos pagos a una serie de asesoramientos técnicos.
Sin embargo, los fiscales aseguran que «no responden a ninguna prestación o servicios de asesoramiento técnico real».
Vale aclarar que si bien los pagos comprobados del Barcelona a Negreira datan desde 2001 hasta 2018, los delitos que acarrean sanción corresponden al período correspondiente a 2010 en adelante, momento en el cual se modificó la ley de «Corrupción en los negocios» en España.
Por esta razón, el expresidente Joan Gaspart y el mandatario actual, Joan Laporta, quien también dirigió el club catalán entre 2004 y 2010, no fueron acusados.
Tengo muchas ganas de enfrentarme a todos los sinvergüenzas que están manchando nuestro escudo, recalcó Laporta.
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