“La utilización de nuestro idioma por parte del diplomático británico en su discurso es parte de un juego de Londres para encubrir su política rusofóbica ante la comunidad internacional”, señaló la vocera.
Eckersley señaló que los británicos no son rusófobos, pues ambos países lucharon en las dos guerras mundiales y tienen relaciones históricas entre sí.
“Se hace imposible escuchar algo así. Se trata todo de un teatro, todo falso”, comentó Zajárova.
De acuerdo con la portavoz de la cancillería, Rusia conoce las causas y los objetivos de tales acciones, “las cuales no tendrán el efecto deseado por sus iniciadores”.
En octubre del año pasado, un grupo de 11 países emitieron una declaración conjunta ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, en la cual condenaron la discriminación contra los rusos y la población de habla rusa.
Países como Belarus, Bolivia, China, Etiopía, Irán, RPDC, Myanmar, Nicaragua, Siria y Venezuela firmaron el documento.
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