El gobernador del estado, Andrew Cuomo, anunció que la competición pudiera celebrarse el 7 de noviembre como parte de una vuelta a la ‘normalidad’ progresiva en las actividades para grandes grupos de personas, pero reducirá su capacidad a un 60 por ciento de lo habitual.
La convocatoria de 2021 pretende aglutinar a unas 33 mil personas de todo el mundo, aunque casi 20 mil menos que las 53 mil 640 que cruzaron la línea de meta en 2019 para establecer un nuevo récord de participación.
De acuerdo con New York Road Runners, organizador del evento, los corredores deberán estar preparados ‘para proveer un resultado negativo de test de Covid-19 o prueba de una serie de vacunación completa’, además de que exigirá cumplir otras recomendaciones de seguridad.
La entidad agregó que se utilizará un nuevo formato para controlar el tiempo y reducir la densidad al principio y final del trayecto, lo cual obligará a la primera tanda de corredores a comenzar una hora antes y las últimas dos horas después.
Luego de la cancelación de la edición de 2020, los corredores registrados tenían la opción de reclamar el reembolso de su entrada o cambiarla por un acceso garantizado a las competiciones de 2021, 2022 o 2023, por lo que los organizadores esperan que acudan parte de esos participantes.
El director del maratón, Ted Metellus, destacó también que se conmemorará el 50 aniversario del certamen, que se enclava como el penúltimo del año en el calendario de los Grandes Maratones (World Marathon Majors), una competición internacional de atletismo creada en 2006.
Además de la lid neoyorquina, el evento lo integran los maratones de Boston, Londres, Berlín, Chicago, y Tokio (desde 2013), por ese orden.
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