Las autoridades precisaron así la cifra de muertos por el movimiento telúrico luego de difundirse números distintos en las últimas horas.
Además, indicaron que la cantidad de viviendas afectadas subió a 235 y 90 colapsaron completamente, mientras 148 unidades educativas y 48 centros de salud sufrieron daños.
La mayoría de los damnificados (940) son residentes de la provincia El Oro, la que más sufrió con la sacudida de magnitud 6.5 en la escala de Richter y epicentro en Balao, en el Golfo de Guayaquil.
Ante el desastre provocado, el presidente de Ecuador, Guillermo Lasso, anunció anoche que decretaría estado de excepción en todo el país para facilitar y acelerar la contratación pública en aras de la recuperación de las estructuras afectadas.
También determinó la creación de un “bono de arrendamiento de vivienda” para los damnificados y la gestión fondos de emergencia de los organismos multilaterales para disponer rápidamente de los recursos necesarios.
Entretanto, la Cámara Nacional de Acuacultura manifestó que el terremoto provocó el colapso parcial de camaroneras y el perjuicio supera los 10 millones de dólares.
Al sismo del sábado le siguieron 29 réplicas y otro temblor de magnitud 4.2 en la madrugada de este lunes, según el Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional.
Ecuador se encuentra en el Cinturón o Anillo de Fuego del Pacífico, que concentra algunas de las zonas de subducción (hundimiento de placas tectónicas) más importantes del mundo y es escenario de una fuerte actividad sísmica y volcánica
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