“Occidente, encabezado por Estados Unidos, lanzó una campaña de desinformación a gran escala para desacreditar a nuestro país y liquidar la estatalidad rusa”, destacó la autoridad rusa.
Pátrushev advirtió que la creciente influencia exterior sobre la sociedad rusa con el uso de los medios de comunicación y las redes sociales tiene el objetivo destruir sus valores y moral básicos.
“Buscan destruir las tradiciones familiares, reprogramar la memoria histórica y dividir a las personas en función de su nacionalidad, cultura y religión, así como propagar el terrorismo y el extremismo”, insistió el funcionario.
Agregó que tanto las organizaciones no gubernamentales extranjeras como los medios de comunicación al servicio de Occidente participan en la manipulación de la opinión pública.
“Las protestas y los ánimos separatistas se incitan bajo el patrocinio general de los servicios especiales extranjeros. Los organizadores de manifestaciones utilizan activamente sistemas de mensajería instantánea a través de Telegram y WhatsApp para crear descontento en las regiones rusas y convencer individuos”, comentó.
Asimismo, el secretario del Consejo de Seguridad ruso precisó que los centros de propaganda extranjeros activan cada vez más a una red de periodistas controlados, así como a blogueros, en contra del gobierno.
Finalmente, añadió que en Internet se filtran llamamientos a cometer actos de sabotaje y atentados contra instalaciones militares, administrativas, de transporte y de infraestructura social de Rusia.
mem/hoo