El Gobierno federal corroboró que la finalidad del viaje es «promover el relanzamiento de las relaciones con el que es el principal socio comercial del país desde 2009».
Según el portal Metrópoles, en 2022, China importó más de 89 mil 700 millones de dólares en productos brasileños, especialmente soja y minerales, y exportó casi 60 mil 700 millones de dólares al mercado nacional.
El volumen comercializado, 150,4 mil millones de dólares, creció 21 veces desde la primera visita de Lula al gigante asiático, en 2004.
También el viaje ocurre en la semana en que Brasil vuelve a exportar carne vacuno a la nación asiática tras un mes de suspensión.
Las ventas del producto fueron interrumpidas tras el descubrimiento el 22 de febrero de un caso del llamado mal de la vaca loca (enfermedad cerebral en bovinos adultos que puede transmitirse a los seres humanos por carne contaminada) en una hacienda en el municipio de Marabá, en el norteño estado de Pará.
De acuerdo con la programación, otras áreas de destaque en la pauta de la visita incluyen el turismo entre los dos países e inversiones.
Además, se espera que al menos 20 acuerdos bilaterales se firmen, entre ellos el de la construcción del CBERS-6, el sexto de una línea de satélites construidos en asociación entre Brasil y China.
El diferencial del nuevo modelo es una tecnología que permite el monitoreo de biomas como la selva amazónica incluso con nubes.
Metrópoles asegura que el 28 de marzo, el fundador del Partido de los Trabajadores Lula se encontrará en Beijing, con su par chino, Xi Jinping, el primer ministro Li Qiang y el titular de la Asamblea Popular Nacional, Zhao Leji.
La siguiente jornada será dedicada a un evento empresarial promovido por la Comisión Sino-Brasileña de Alto Nivel y por el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, con la participación de más de 240 empresarios brasileños.
Su último compromiso oficial en el país, el día 30, será en Shanghai, donde Lula visitará la sede del Nuevo Banco de Desarrollo (NDD, por sus siglas en inglés), entidad creada por los BRICS (grupo formado por Brasil, China, India, Rusia y Sudáfrica) para fomentar proyectos en países en desarrollo.
Todos los medios periodísticos coinciden en señalar que, con el viaje de Lula, el Gobierno federal intenta rehacer lazos con su principal socio comercial, una relación dañada por el discurso anti-chino de la gestión anterior del exmandatario Jair Bolsonaro.
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