Albanese presentó la consulta popular, que se someterá al Parlamento la próxima semana, antes de la votación final de junio.
Este referéndum modificará la Constitución, que actualmente no menciona a los cerca de 700 mil aborígenes del país y creará un órgano consultivo llamado Voice, donde podrán expresar su opinión sobre las políticas del Gobierno.
Según una encuesta realizada el año pasado, al 60 por ciento de los australianos no indígenas les gustaría que el Gobierno hiciera más por los aborígenes.
Por su parte, la oposición de la nación oceánica sostiene que los aborígenes ya están bien representados en el Parlamento gracias a la presencia de 11 diputados, sin embargo, los representantes proceden de circunscripciones específicas y no tienen en cuenta los intereses aborígenes en su conjunto.
Se espera que el referéndum se celebre entre octubre y diciembre.
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