Ni las portadas del diario The New York Times ni el The Washington Post, dos de los principales medios de comunicación del país, tienen como tema del día esta cita, precedida por una que fue criticada y considerada un fracaso.
Justo el comunicado de la Casa Blanca sobre la reunión aquí de Biden y su homólogo de Argentina, Alberto Fernández, mencionó que lo dos líderes «discutieron acerca la segunda Cumbre para la Democracia actualmente en curso”.
Ambos dialogaron acerca de los tópicos del encuentro y, entre otros aspectos, “se comprometieron a profundizar la cooperación entre Estados Unidos y Argentina en materia de tecnología punta”, agregó el texto.
La Cumbre de Biden –en formato virtual- es vista por algunos observadores como una plataforma para continuar exacerbando el sentimiento contra Rusia y China.
Para esta ocasión reservó el anuncio de hasta 690 millones de dólares dedicados a la Iniciativa Presidencial para la Renovación Democrática.
Un dinero que en concreto se distribuirá por todo el mundo para ayudar a combatir la corrupción, reforzar la libertad de prensa y defender elecciones libres y justas, según el rasero que sobre esos temas imponga Washington.
Resulta paradójico. Durante demasiado tiempo, los estadounidenses se han vanagloriado de la democracia, predicando a los demás cómo deben hacerse las cosas, anotó un comentario del periódico The Hill.
Un país que acaba de salir de un intento del anterior presidente (Donald Trump) de anular los resultados electorales de noviembre de 2020 poniendo en marcha insurrección contra el Capitolio, tendría que escuchar y aprender más que predicar y enseñar sobre democracia, advirtió el artículo.
Su autora señaló, además, que si se le pregunta a cualquier persona que trabaje en temas relacionados con la democracia -extraoficialmente- sobre la Cumbre del Presidente Biden, obtendrá miradas de reojo seguidas de una letanía de críticas poco halagadoras, incluso por parte de funcionarios del gobierno estadounidense.
En ese sentido criticó “algunos aspectos de la Cumbre”, en referencia a la de 2021, como la organización y los procesos de toma de decisiones han sido (…) poco integradoras y la selección de los participantes fue “confusa y arbitraria”.
El evento, que comenzó de manera oficial ayer y concluirá este jueves, cuenta en el rol de coanfitriones a Costa Rica, Países Bajos, Corea del Sur y la República de Zambia.
jcm/dfm