A pesar de las medidas adoptadas por el gobierno francés para tratar de congelar los precios de la energía, las familias con menos recursos vieron cómo “el número de intervenciones por facturas impagadas aumentó en 2022: se llevaron a cabo 863 mil, es decir, un aumento del 10 por ciento en comparación con 2021”, explicó el documento.
Estas intervenciones estuvieron orientadas principalmente hacia una reducción de potencia, más a la cancelación del suministro, y según explicó el Mediador hubo un descenso del 38 por ciento en los cortes de luz pues “se registraron 157 mil, frente a los 254 mil de 2021”.
Este cambio se debió principalmente a que algunos proveedores, siguiendo las recomendaciones del Mediador, “decidieron reducir la potencia en caso de impago en lugar de cortar el suministro eléctrico”, intervenciones “menos penalizadoras para los consumidores afectados”, pues permiten prestar un servicio mínimo de luz, frigorífico, recarga telefónica, etc., subrayó el comunicado.
Desde el pasado 26 de febrero un decreto gubernativo obliga a los proveedores a proporcionar un suministro eléctrico mínimo de 1 kVA durante al menos 60 días, antes de proceder al corte de electricidad en caso de impago de las facturas.
Pero esta medida solo beneficia a los hogares acogidos al cheque energético y al Fondo de Solidaridad para la Vivienda, equipados con un contador comunicador, y por ello el Mediador de la energía pidió que “los cortes de electricidad se sustituyan por una reducción del suministro eléctrico en caso de impago de las facturas” en todos los casos.
De acuerdo a los datos presentados en el informe, en 2022 un 27 por ciento de los ciudadanos afirmaron tener dificultades para pagar sus facturas energéticas, un porcentaje superior al consignado en 2021 (25%) y 2020 (18%).
Recientemente la ministra de Transición Energética, Agnes Pannier-Runacher informó que el bono energético se pagará este año “a partir del 21 de abril”, y beneficiará a cerca de “5,8 millones de hogares” en Francia.
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