De acuerdo con Jo Grady, secretaria general de esa organización con alrededor de 120 mil académicos y personal de apoyo, el país europeo experimenta más de una década de austeridad, lo que supone la reducción de los pagos y el recorte de los recursos.
Un nuevo informe del Instituto de Estudios Fiscales (IFS, por sus siglas em inglés) reveló una fuerte caída en términos reales de la remuneración de los docentes y la retirada de casi la mitad de los empleados, a solo tres años de comenzar el ejercicio de su labor.
Los datos oficiales muestran que, aproximadamente, cuatro mil trabajadores de varios centros de altos estudios dejaron sus puestos en los últimos seis meses, tras la propuesta de la Asociación de Universidades de un pago de apenas 2,5 por ciento, muy por debajo de la tasa inflacionaria.
Según Grady, la triste realidad del recorte salarial a los docentes resulta superior al 18 por ciento citado por el IFS y la mayoría de esos escenarios de formación declinan la implementación de las recomendaciones aportadas por el organismo empleador.
A su juicio, “al personal le niegan los acuerdos de negociación nacionales vinculantes y los empleadores universitarios locales fallan en la negativa del aumento adecuado de los salarios o el abordaje sobre las impactantes cargas de trabajo”.
La lideresa sindical demandó una inversión sostenida en el sector con el propósito de mejorar el reclutamiento, la retención y la búsqueda de una estabilidad, donde estudiantes y profesionales sean cuestiones prioritarias en los planteles.
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