Según los sindicatos organizadores de la protesta, más de 35 mil personas participaron en la movilización, realizada a dos semanas del asesinato del oficial de 36 años Éric Masson, durante una intervención antinarcóticos en la sureña ciudad de Avignon, ataque que conmocionó a la sociedad.
El ministro del Interior Gérald Darmanin se sumó a los manifestantes, una decisión que desató reacciones encontradas, incluyendo de reclamos de mayor seguridad para los agentes en el ejercicio de su trabajo.
Los policías marcharon junto a una gran tela negra con la consigna ‘Nos pagan para servir, no para morir’ y demandaron en particular una reacción de la Justicia.
Hace unos días, a raíz del asesinato de Masson, el primer ministro francés, Jean Castex, anunció el endurecimiento de las sanciones para los culpables de agresiones contra policías y gendarmes.
En un comunicado, precisó el aumento a 30 años de la pena de seguridad para los condenados a cadena perpetua por un crimen contra uniformados e indicó una limitación estricta de la posibilidad de reducción de sanciones para los sentenciados por agredir a miembros de las fuerzas del orden.
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