Parte con desventaja el Athletic de Bilbao, que perdió en el encuentro de ida 0-1 contra el Osasuna, una diferencia mínima que puede ser remontada por los locales en su estadio de San Mamés en la urbe bilbaína.
Ninguno de los dos equipos pasa por su mejor momento, con una temporada irregular en la cual se mantienen entre los 10 primeros de la tabla (Athletic séptimo con 37 puntos y Osasuna noveno con 35).
Sin embargo, alcanzar un título es un anhelo especial para clubes que normalmente no están en la cima de LaLiga. En todo caso, por trayectoria, los “Leones” de Bilbao son los segundos mayores ganadores de la Copa del Rey con 23 cetros, superados por el Barcelona que tiene 31.
De hecho, de 2009 a 2021 el plantel vasco fue subcampeón en cinco ocasiones. En cambio, los “Rojillos” de Pamplona apenas consiguieron una final en la temporada 2004-2005, en la que cayeron contra el Betis.
‘Es un partido muy ilusionante para nosotros; es un todo o nada’, comentó en estos días el técnico del conjunto navarro, Jagoba Arrasate, consciente de que la baja del atacante argentino Ezequiel ‘Chimy’ Ávila, puede ser importante en el objetivo de llegar a la final del 6 de mayo en Sevilla.
Además de que el San Mamés es un escenario que inspira respeto a los rivales, los “Leones” de Ernesto Valverde tienen en el papel una plantilla superior, con la velocidad ofensiva de los hermanos Iñaki y Nico Williams.
Se añaden el goleador Oihan Sancet, el central Iñigo Martínez, Mikel Vesga y Dani García en la medular o el veterano Iker Muniain.
El otro finalista de la Copa del Rey 2023 se conocerá tras el partido el miércoles entre el Barcelona y el Real Madrid. En la ida, los azulgranas vencieron 1-0, por lo que tendrán los merengues que remontar este marcado en el estadio Camp Nou de la capital catalana.
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