En rueda de prensa, tras la reunión de los ministros de Exteriores de la OTAN en esta capital, el jefe de ese bloque militar reconoció que la alianza atlántica no tiene hasta ahora ninguna confirmación de que China haya entregado armas a Moscú durante el desarrollo de la operación militar especial en Ucrania, pero dijo que siguen de cerca la situación.
En contraste con esas declaraciones, la víspera, Washington acaba de anunciar los detalles de un nuevo tramo de ayuda militar a Ucrania por valor de dos mil 600 millones de dólares, que incluye munición para el sistema de defensa antiaérea patriot, así como munición general y misiles antitanque.
Según datos de esa alianza en diciembre de 2022, Reino Unido había suministrado armas a Ucrania por valor de cuatro mil 100 millones de euros, y Alemania, por dos mil 300 millones, mientras otros miembros del bloque como Polonia y Eslovaquia acaban de enviar aviones de combate Mig 29.
Desde el pasado año, la OTAN señaló a China como un desafío en su concepto estratégico y todo parece girar ahora en torno a ese objetivo, señalan hoy analistas políticos.
El pasado mes de febrero, el presidente ruso, Vladimir Putin, dijo ante la Asamblea Federal de Rusia que occidente había suministrado armas a Ucrania incluso antes de la operación militar especial, y ya en aquel entonces, recibieron artillería pesada y sistemas de defensa aérea.
La amenaza de la OTAN se produce días después de una visita de Estado del mandatario chino, Xi Jinping, a Rusia. Tras la cumbre, ambos países emitieron una declaración conjunta sobre la profundización de la asociación integral y la interacción estratégica en una nueva era.
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