En conferencia de prensa con medios nacionales y extranjeros, Gil subrayó que no es el gobierno de la isla quien sufre las consecuencias de la hostilidad de Washington hacia La Habana, sino el pueblo.
Igualmente aseguró que el país no renunciará a ninguna de sus metas de desarrollo, ni aplicará medidas neoliberales o terapias de choque ante el actual complejo escenario económico y la agresividad sostenida del gobierno estadounidense.
En ese sentido indicó que la nación mantiene para este año su proyección de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) en torno al seis por ciento, mientras espera recibir entre dos y 2,5 millones de turistas.
Respecto al desempeño del PIB, el ministro puntualizó que dicho pronóstico se calcula en base al resultado del año anterior, cuando el país sufrió una contracción del 11 por ciento, y por tanto no implica un repunte significativo de niveles de actividades y ofertas, acotó.
‘Estaríamos por debajo del nivel de actividad económica de 2019’, aclaró.
Por otro lado, al ofrecer un balance del primer cuatrimestre del año en curso, Gil señaló que el período estuvo marcado por un rebrote de la Covid-19 y las presiones de Estados Unidos, las cuales –dijo- no se movieron ni un milímetro en cuanto a la persistencia de esa agresividad.
En ese contexto hemos enfrentado la situación de la pandemia y se desarrolló la actividad económica con limitaciones y escaseces, que causan incomodidad a nuestra población, puntualizó.
Asimismo, afirmó que el turismo –clave para la recuperación económica- no logró reactivarse, aunque algunos rubros muestran un desempeño favorable como el níquel y los servicios de comunicaciones.
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