Medios de prensa se hicieron eco aquí de la entrevista al exmandatario transmitida anoche por Fox News en la cual se insistió en cómo influiría la causa que se sigue en su contra en New York en su nueva carrera por la Casa Blanca.
«¿Hay algo que puedan echarte en cara legalmente, que te convenza de abandonar la carrera? Si te condenan en este caso en Nueva York, ¿abandonarías?», le preguntaron a Trump y su respuesta fue que «no, nunca (…), no es lo mío. No lo haría».
El exgobernante compareció hace una semana ante una corte en Manhattan acusado de 34 delitos graves en relación con los pagos de dinero por el silencio de la actriz de cine para adultos Stormy Daniels con el objetivo de encubrir una supuesta aventura extramatrimonial.
Trump ha negado repetidamente el romance -revelado en momentos de su campaña presidencial de 2016- y denunció que la investigación del fiscal del distrito de Manhattan, Alvin Bragg, tiene motivaciones políticas.
Durante su comparecencia en la corte se declaró no culpable de la totalidad de las imputaciones, entre ellas la falsificación de registros comerciales y la conspiración en relación con múltiples pagos por callar a Daniels.
Trump también apuntó a Joe Biden, su eventual oponente demócrata el próximo año, por los comentarios que este hiciera a la NBC acerca de que aún no está preparado para anunciar la campaña por la reelección.
«Hay algo que no está bien», señaló el exocupante del Despacho Oval al considerar que Biden no podrá presentarse.
El martes de la semana anterior a su regreso de Nueva York Trump hizo algo inusual: admitió durante un discurso en su residencia de Mar-a-Lago, Florida, que en realidad perdió las elecciones presidenciales de 2020 frente a Biden, pero alegó que los demócratas ocultaron información a los votantes que habría cambiado el resultado.
Nunca antes un expresidente se había enfrentado a un conjunto de investigaciones federales, estatales y del Congreso tan amplio como Trump, quizá son las consecuencias de una carrera empresarial y, al final, política que ha vivido al límite o tal vez por encima de cualquier límite, indicó el periódico The New York Times.
La ley de Nueva York establece que la falsificación de registros comerciales se eleva a delito grave cuando la «intención de defraudar incluye la intención de cometer otro delito o de ayudar u ocultar su comisión».
De acuerdo con los reportes de prensa, cada cargo conllevaría un máximo de cuatro años de cárcel, pero los expertos anticiparon que rara vez las personas sin antecedentes penales van a la cárcel por imputaciones similares.
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