Xi agasajó al suramericano en el Gran Palacio del Pueblo con los honores correspondientes a su alta investidura, antes de proceder a las conversaciones oficiales.
Un primer momento del encuentro fue abierto a la prensa y le sigue otro segmento, pero a puertas cerradas.
Se espera que en el encuentro presidencial los dos mandatarios repasen la agenda bilateral y analicen una propuesta de Lula para conformar un club de mediadores en el conflicto entre Rusia y Ucrania.
Al término de sus pláticas, ambos presenciarán la firma de una veintena de acuerdos entre sus países y que abarcarán múltiples sectores.
Antes de encontrarse con el Xi, Lula dialogó con el primer ministro Li Qiang, el líder parlamentario, Zhao Leji; y el presidente de la corporación eléctrica estatal, Zhang Zhigang.
A los tres le expresó la voluntad de Brasil de fortalecer la asociación estratégica, ampliar los flujos del comercio y las inversiones, así como unir fuerzas con el gigante asiático para promover un equilibrio de la geopolítica mundial.
También tuvo un contacto con representantes de la Federación de Sindicatos de Toda China y rindió tributo a los mártires de este país con la colocación de una ofrenda frente al Monumento de los Héroes, ubicado en la céntrica plaza de Tiananmen.
El dignatario brasileño llegó anoche a Beijing procedente de la municipalidad de Shanghái (este), donde tuvo ayer una jornada maratónica de reuniones y recorridos por centros de interés económico.
Su visita concluirá mañana.
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