Aunque las informaciones sobre la situación del país son aún imprecisas, funcionarios de la ONU anunciaron que de acuerdo con reportes hospitalarios la cifra de muertos es elevada, entre ellos tres empleados sudaneses del Programa Mundial de Alimentos asesinados en Darfur, en tanto los heridos oscilan en cerca de 400.
Analistas calificaron la jornada del sábado como una de las peores escaladas de violencia en los últimos años en el país.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó enérgicamente los enfrentamientos y según fuentes oficiales, habló con diversos líderes políticos para intentar desescalar el conflicto.
Entre ellos con el presidente de la Comisión de la Unión Africana (UA), Moussa Faki Mahamat; el presidente de Egipto, Abdel Fattah Al Sisi, y con el líder de FSF el teniente general Mohamed Hamdan Dagalo (Hemeti).
Por su parte, el representante especial de ONU para Sudán y jefe de la misión integrada de asistencia para la transición de las Naciones Unidas en Sudán (Unitams), Volker Perthes, anunció que se comunicó con ambas partes para pedirles el cese inmediato de los combates para garantizar la seguridad del pueblo sudanés y evitar que el país sufra más violencia.
En tanto, las informaciones sobre la toma del palacio presidencial y el aeropuerto por parte de los paramilitares es aún contradictoria y no ha sido confirmada por los medios de prensa, cuyos reportes son imprecisos, debido al caos que reina en la capital y otras regiones.
mem/ycv