Conocido como el Canciller de la Dignidad, Roa destruía las mentiras del imperialismo y defendía con intransigencia la soberanía e independencia de Cuba, destacó el titular de exteriores en su cuenta de Tiwtter.
Rodríguez encomió el verbo filoso y enérgico del primer representante del Minrex (1959-1976), cuyo “ejemplo es savia de la diplomacia revolucionaria. Fue siempre fiel a los principios por los que luchó”, escribió en la red social.
Roa fungió primero como embajador de la Isla en la Organización de Estados Americanos (OEA) y luego como ministro de Estado, lo que pasaría a ser más adelante, ministro de Relaciones Exteriores.
Al Canciller de la Dignidad se le reconoce como un intérprete idóneo de la concepción del líder histórico Fidel Castro sobre la diplomacia revolucionaria. En nombre de esos principios defendió con vehemencia la verdad del naciente proyecto social cubano ante enemigos ideológicos en la OEA, la ONU y diversos organismos internacionales.
La elocuencia de su verbo vibrante y mordaz, proporcionó voz a las causas justas de América y de los pueblos oprimidos en todo el mundo. En su rol de exponente de la política exterior de Cuba, trascendieron espectaculares batallas de la oratoria como en los momentos dramáticos de la invasión de Girón y durante la Crisis de Octubre.
«Me voy con mi pueblo y con mi pueblo se van también los pueblos de nuestra América», dijo Roa en San José, Costa Rica, mientras anunciaba su retiro del plenario de la OEA en 1961.
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