Tras una jornada bien movida de sufragios el domingo 7 de febrero, comenzó el escrutinio que marcó un ganador indiscutible: la dupla Andrés Arauz-Carlos Rabascall, de la coalición progresista Unión por la Esperanza (UNES), a la cual está adscrita el movimiento Revolución Ciudadana, liderado por el expresidente Rafael Correa.
Hasta la fecha, con el 100 por ciento de las actas procesadas y el 99,71 ya escrutada, el llamado Binomio de la Esperanza tiene 32,70 por ciento de los 10 millones 598 mil 744 votos emitidos en la justa, lo cual lo ubicó en primer lugar de cara al balotaje previsto el 11 de abril, pues no alcanza la cantidad establecida para ser proclamado en primera vuelta.
La disputa queda entonces entre dos aspirantes que mantuvieron un empate técnico durante todos los días posteriores a los comicios: Yaku Pérez, de Pachakutik (brazo político de la Confederación de Pueblos y Nacionalidades Indígenas) y Guillermo Lasso, de CREO (movimiento de centro-derecha).
Para algunos analistas políticos y en temas electorales fue una falla del Consejo Nacional Electoral (CNE) asegurar, desde el conteo rápido, una segunda posición a Pérez, pues la diferencia con Lasso era mínima y cuando el cómputo avanzó al 98 por ciento, se invirtieron las cifras y CREO superó a Pachakutik, lo que desató denuncias de posible fraude.
Toda la semana el CNE mantuvo ininterrumpida la contabilización de sufragios y finalmente, las quejas de Pachakutik encontraron eco, pues una reunión entre los candidatos con opciones de ir al balotaje y el órgano comicial terminó en la aprobación del reconteo en 17 de las 24 provincias, proceso que también tomará su tiempo.
De acuerdo con lo dispuesto, habrá revisión del 100 por ciento de actas electorales en la provincia de Guayas y del 50 por ciento en otras 16, entre las que estarían Pichincha, Manabí, Los Ríos, Esmeraldas, El Oro, Azuay, Tungurahua, Loja y Cañar.
En cuanto al supuesto error de anunciar tempranamente el segundo ganador, Esteban Ron, director de la Escuela de Derecho de la Universidad Internacional de Derecho del Ecuador, señaló en programa radial: ‘el tema del conteo rápido es bastante complejo y cuando la muestra no es estable e incumple parámetros estadísticos, tiende a generar incertidumbre’.
A su juicio, en ese caso, debido al estrecho margen de distancia entre ambos aspirantes presidenciales, debió enunciarse de otra manera y aclarar que existe un empate técnico, por lo que constituyó un error no decirlo.
En esa misma línea, el expresidente del Tribunal Contencioso Electoral Nicanor Moscoso, precisó que el conteo rápido es una herramienta válida, pero el CNE falló al mencionar de manera tardía el empate técnico, cuando solo había una diferencia de 0,07 por ciento de votos al momento de promulgar el segundo lugar.
Acerca de la revisión de papeletas recién aprobada, aseguró que llevará día y el cierre definitivo dependerá de la agilidad del trabajo en cada una de las provincias.
Sobre ese particular, alertó que no se debe masificar esa labor en aras de terminar más rápido, pues eso solo provocaría más personas involucradas y confusión, ante lo cual sugirió contar con los funcionarios necesarios, testigos adecuados y cámaras en cada mesa para tener evidencias.
Mientras el CNE prepara la logística para la nueva etapa, la incertidumbre continúa entre organizaciones políticas y la población, quienes deberán esperar hasta el resultado en firme para conocer al rival de Andrés Arauz en el balotaje, tras una primera vuelta que, según todos coinciden, ratificó al progresismo como principal fuerza política de Ecuador.
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