Luego de hilvanar una cadena de triunfos impresionantes en 2022, con Supercopa y LaLiga de España, la Champions League y la Supercopa de Europa, el año en curso vuelve a poner a prueba a la “casa blanca”.
Las curvas de rendimiento de los jugadores siempre plantean un problema, pero el mercado del balompié profesional moderno no da tregua y en un santiamén, todo es borrón y cuenta nueva.
Dando casi por pérdida LaLiga ante el Barcelona, a los merengues les queda la Copa del Rey y la Champions.
Sin embargo, el calendario supone una dicotomía tremenda para el entrenador del Real Madrid, el italiano Carlo Ancelotti, de cómo dosificar las cargas a inicios de mayo cuando se les viene todo encima.
El 6 de mayo será la final de la Copa del Rey en Sevilla contra el Osasuna. En el papel, el favoritismo es madridista, sin olvidar que los de Pamplona que dirige Jagoba Arrasate llegan con mucha hambre de títulos y es un club con mucha garra.
Ancelotti le dijo a Arrasate en la última vez que se enfrentaron en el torneo local (2-0 a favor de los merengues) que esperaba verse las caras otra vez en la final de la Copa del Rey. Fue una broma, que terminó haciéndose buena.
Ocurre que la maratón del Real Madrid puede resultar muy veleidosa. Arranca el sábado ante el rocoso Celta de Vigo, sigue el martes 25 con otro rival difícil, Girona; el sábado 29 frente al Almería; y el 2 de mayo contra la Real Sociedad.
Luego, dos grandes momentos de la temporada. La “casa blanca” chocará con el Osasuna el 6 de mayo en Sevilla y apenas tres días más tarde, enfrentará al Manchester City en el Santiago Bernabéu, en el partido de ida de semifinales de la Champions.
La pregunta de los medios y los aficionados es qué hará buena la contienda del Real Madrid. Aceptar definitivamente que LaLiga no tiene caso, concentrarse en un cetro nacional (Copa del Rey) o apostar todas las cartas al máximo certamen continental, son las preguntas que rodean al conjunto capitalino.
El riesgo es quedarse con las manos vacías y eso, no lo perdona nunca la directiva de los merengues. Necesitará entonces de la mejor versión del francés Karim Benzema y los brasileños Rodrygo y Vinicius; del hermetismo del belga Thibaut Courtois; y particularmente ante el City, de una defensa que no haga aguas ante el coloso noruego Erling Haaland.
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