El cese el fuego se logró, con mediación internacional, luego de arduas negociaciones con el fin de abrir corredores humanitarios para evacuar a los ciudadanos y residentes de otros países.
En los últimos días, miles de sudaneses emigran hacia lugares seguros de esa nación o de otros países vecinos, mientras el personal diplomático, los residentes extranjeros o visitantes casuales tratan de ser evacuados.
En medio de esta tensa calma, las RSF (siglas en inglés) acusaron este martes al Ejército de violaciones del alto el fuego, ya que sus aviones aún vuelan sobre Jartum y otras ciudades de Sudán, según dijeron en un comunicado emitido a través de Twitter.
Por su parte, el Ejército sudanés acusó a los paramilitares de las RSF de abrir fuego en la ciudad de Omdurmán, cercana a Jartum, a pesar de la entrada en vigor del armisticio.
Los enfrentamientos surgieron hace 11 días por contradicciones en medio de un proceso de integración de las RSF lideradas por Mohamed Hamdan Dagalo, también vicepresidente del Consejo Soberano de Transición (CST) al seno de las Fuerzas Armadas, y el jefe del Ejército y presidente del CST, Abdelfatá al Burhan.
Ambos con grado de general, se han disputado el control del país después del derrocamiento en 2019 del régimen de Omar Hasán al Bashir.
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