En los últimos días la prensa se hizo eco del malestar ciudadano por frecuentes balaceras en barrios de la hermosa urbe mediterránea, la segunda más poblada de Francia después de París, donde están desplegadas fuerzas del orden, incluyendo unidades especiales, con el objetivo de restaurar la tranquilidad.
Camilleri lamentó en declaraciones a la cadena BFM TV que numerosas localidades sean blanco del conflicto, en el cual identificó a dos bandas enfrentadas por el control de la venta de estupefacientes.
Se trata de una guerra entre clanes fuertemente armados, librada mediante asesinatos, advirtió.
A juicio de la representante gubernamental en Marsella, las autoridades actúan en una carrera contra el tiempo para poner fin a esta situación, en la que lastimosamente –expuso- participan personas muy jóvenes.
Respecto a las cifras por la violencia, mencionó la muerte de 17 personas desde que comenzó el 2023 y el decomiso de 400 armas de fuego, entre ellas 30 fusiles de asalto Kalashnikov.
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