El documento, denominado Sobre el rechazo a la migración y el apoyo a los países de donde salen los migrantes, fue aprobado por 143 votos a favor, 10 en contra y 23 abstenciones.
La posición de Hungría sobre la migración es clara, no queremos convertirnos en un país de inmigrantes, expresa la resolución.
Señala que para proteger la identidad del país y la cultura cristiana, se debe detener la migración, se deben proteger las fronteras y se debe brindar asistencia en el terreno a los países de los que parten los migrantes.
La resolución es de carácter consultivo, pero indica que las autoridades húngaras siguen sin tener la intención de dejar entrar a inmigrantes de Asia y África, a pesar de los llamamientos de otros países y del liderazgo de la Unión Europea.
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