“Ni Occidente ni Kiev necesitan la paz en Ucrania. De querer eso, habría una reacción constructiva y no arrogantemente negativa a la propuesta de nuestro país a finales de 2021 de celebrar un acuerdo de garantía de seguridad entre Rusia y Estados Unidos y un acuerdo sobre medidas de seguridad entre Rusia y la OTAN”, explicó Galuzin.
En declaraciones al periódico Izvestia, advirtió que los alientos de los países occidentales con el envío de armas para apoyar la contraofensiva ucraniana alejan las propuestas mediadoras de China o Brasil.
“Dotar a Kiev de forma irreflexiva y absolutamente irresponsable de modernas armas occidentales y fomentar sus ideas de una contraofensiva sólo conducirá al derramamiento de sangre y a una mayor escalada del conflicto”, señaló.
Recordó que las negociaciones sobre un arreglo pacífico se llevaron a cabo en marzo y abril del año pasado a pedido de la parte ucraniana, pero a mediados de abril de 2022 Kiev se retiró e “interrumpió a instancias de sus mentores occidentales”.
“No existen requisitos previos para volver al proceso de iniciar negociaciones y métodos políticos y diplomáticos para resolver la crisis de Ucrania. Si asumimos que ahora se reanudará el proceso, se realizará en condiciones diferentes”, resaltó.
Según el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, en la cumbre de la OTAN de 2008 las promesas de integrar a la membresía de la alianza a Ucrania y Georgia pusieron en la mesa un proyecto hostil contra Rusia, “ninguno de los objetivos contra nuestro Estado es alcanzable”, concluyó.
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