“Recibí al Embajador Dafalla Elhaj Ali, Enviado del Presidente del Consejo Soberano de Sudán. Reiteré la posición de la UA sobre la necesidad urgente de detener las hostilidades, permitir el acceso humanitario seguro y el retorno urgente a las negociaciones políticas en el interés supremo de #Sudan”, escribió Mahamat en su cuenta de Twitter.
El 16 de abril pasado, el Consejo de Paz y Seguridad (Aupsc) de la UA condenó el enfrentamiento armado entre Ejército y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) en Sudán.
El Representante Permanente de Túnez, Abdelhamid Gharbi, presidente de la Aupsc, y Mahamat encabezaron la sesión ordinaria que reiteró la solidaridad del consejo con el pueblo sudanés en su búsqueda de la restauración del orden constitucional y el compromiso con el respeto a la soberanía.
Un comunicado final reveló que observan con grave preocupación y alarma esos enfrentamientos mortales que alcanzaron un nivel peligroso y podrían convertirse en un conflicto en toda regla, socavando así los progresos realizados hacia una transición pacífica a la democracia y la estabilidad en Jartum.
El texto pidió un “alto al fuego inmediato por las dos partes sin condiciones en el interés supremo de Sudán y su pueblo para evitar más derramamiento de sangre y daños a civiles inocentes; proteger a los civiles, especialmente a las mujeres y los niños; y brindar apoyo humanitario a los civiles atrapados en el conflicto”.
De igual modo, exigió a las Fuerzas Armadas Sudanesas y a las RSF adoptar rápidamente una solución pacífica y un diálogo inclusivo para resolver sus diferencias como medio para promover la estabilidad y respetar los deseos del pueblo de restaurar la democracia, el constitucionalismo y el estado de derecho.
Los enfrentamientos en Jartum liderados por los generales Abdel Fattah al-Burhan, presidente del Consejo Soberano de Transición, y Mohamed Hamdan Dagalo, su otrora hombre fuerte y jefe de las RSF, comenzaron el pasado 15 de abril.
Las hostilidades estallaron tras el aumento de las tensiones en torno a la integración de las RSF al ejército regular, condición clave de un acuerdo firmado en diciembre para reiniciar la transición y formar un nuevo gobierno civil.
Ambos militares fueron protagonistas del golpe de Estado en 2019 contra el presidente Omar Al-Bashir y de otro en octubre de 2021 que derrocó al entonces primer ministro de unidad, Abdalá Hamdok.
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