Mientras, sigue la estampida de personas que huyen de los combates entre el Ejército y las de la milicia Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF, inglés) en la pugna por el poder entre el presidente del Consejo Soberano de Transición (CST), general Abdel Fattah al Burhan, y el caudllo Mohamed Hamdan Dagalo.
El más reciente conteo de muertos en los combates asciende a 700 en su mayoría civiles no beligerantes, y los heridos sobrepasan los seis mil, cifras preliminares da la continuación de los choques entre ambos hombres, iniciados el pasado 15 de abril.
Ambos saludaron las conversaciones técnicas auspiciadas por el reino saudita y Estados Unidos, limitadas a un cese del fuego duradero, sin que haya indicios de avances sustantivos en el tema a juzgar por la violencia de los combates todo el domingo y esta mañana,
Los contrincantes, que han jurado eliminar a su rival, cruzan acusaciones de violación de los frecuentes armisticios acordados desde el inicio de la guerra, todos violados, en un escenario marcado por la imposibilidad de determinar un responsable dada la violencia y densidad de los combates.
El pesimismo pesa sobre una solución duradera del conflicto debido a que su centro, la incorporación de los efectivos de las RSF al Ejército, controlado por el CST, permanece sobre la mesa sin que los contrincantes den señales de entendimiento.
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