“Extremadamente seco y cálido”, afirmó sin cortapisas el informe difundido este lunes por la Agencia de Meteorología (Aemet), con una media de tres grados por encima de lo habitual desde 1961 para el mes de abril (14,9).
Igualmente, las mínimas registraron una subida de 1,3 grados en relación con el promedio normal. Las mediciones en varias de las estaciones principales de España, la temperatura media fue la más alta de un mes de abril.
Desde la mitad de la pasada semana hacia hoy, es decir en pleno mayo, los termómetros comenzaron a dispararse, con máximas que llegaron a los 29 grados en Madrid, sin una gota de lluvia en el ambiente.
Sólo en el norte de la península hubo precipitaciones, aunque no en los niveles requeridos. Los embalses se resienten en todo el territorio ibérico de la falta de lluvias y es bastante posible que en regiones como Cataluña deban adoptarse medidas de racionamiento.
Andalucía, este de Extremadura y suroeste de Castilla-La Mancha, son las zonas con mayor alza de las temperaturas (alrededor de cinco grados), seguidas por la cordillera Cantábrica, valle del Ebro y sur de Castilla y León, en el orden de los tres grados.
Según la Aemet, los veranos en España son cada vez más cálidos desde 1980. Duran cinco semanas más que en aquella época, con mayor riesgo de incendios forestales, sequías y problemas de salud relacionados con el calor, como golpes de calor y deshidratación.
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