‘El Kremlin no ve razones para no creer las declaraciones de los dirigentes belarusos’, comentó Peskov a la prensa, a la vez que anunció una reunión el próximo viernes, en la ciudad de Sochi, entre el presidente ruso, Vladímir Putin; y el belaruso, Alexandr Lukashenko.
La víspera Rusia desestimó las acusaciones de Reino Unido sobre su supuesta implicación en el incidente del avión de la aerolínea irlandesa Ryanair en Belarús.
‘Las rechazamos y entendemos que no tiene sentido explicar. La fobia y la obsesión empiezan a tener efecto e impiden a los autores de esas declaraciones evaluar la situación con seriedad’, manifestó Peskov.
Por su parte, Lukashenko se reunió este miércoles con diputados, miembros del Consejo de la República y de la Comisión Constitucional, además de altos funcionarios del ejecutivo y líderes de opinión, informó la agencia de noticias Belta.
Durante el encuentro, ofreció detalles sobre el incidente del avión y señaló que la parte belarusa reaccionó de acuerdo con la información recibida. ‘¿Qué deberíamos haber hecho, especialmente en el contexto de una cascada de amenazas de bombas en nuestras instalaciones?’, preguntó. ‘Actuamos legalmente para proteger a la gente’, dijo, a la vez que rechazó las acusaciones de haber enviado un avión caza para forzar el aterrizaje en Minsk.
‘Es una mentira absoluta decir que el avión se vio forzado a aterrizar por un MiG-29’, denunció. Explicó que la misión del aparato era establecer la comunicación y acompañar el aterrizaje del avión de pasajeros en caso de urgencia.
Con respecto a las denuncias y medidas implementadas por Occidente a raíz del hecho, Lukashenko comentó que los enemigos cambiaron los métodos de atacar al Estado.
‘Esto ya no es una guerra de información, es una guerra moderna híbrida’, indicó el mandatario, a la vez que señaló que en breve el Gobierno proporcionará datos adicionales sobre los sucesos, incluso de los detenidos.
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