En su misiva a los participantes en la conferencia internacional «Paz entre las naciones. 60 años después de la Pacem in Terris», que se desarrolla en el Vaticano, el Sumo Pontífice enfatizó que a las naciones “no les basta proclamar la paz si no están dotados de la capacidad autónoma para promover y ejecutar acciones concretas”.
El papa aseveró a los asistentes al evento, promovido por la Pontificia Universidad Lateranense y el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, que los enfrentamientos bélicos “nunca han dado alivio a la vida de los seres humanos”.
La guerra “nunca ha podido guiar su viaje a través de la historia, ni ha logrado resolver los conflictos y contradicciones surgidos en sus acciones, añadió, y “la paz, en cambio, como objetivo concreto, permanece en el alma y en las aspiraciones de toda la familia humana, de todo pueblo y de toda persona”.
“Esta es la enseñanza que aún hoy podemos extraer del mensaje que San Juan XXIII quiso enviar al mundo con la encíclica Pacem in Terris”, apuntó Francisco, en referencia a la última de las ocho cartas de ese Pontífice a los fieles católicos, enviada el 11 de abril de 1963, poco antes de su muerte ocurrida 53 días después.
“Si las reglas de las relaciones internacionales han limitado el uso de la fuerza y la superación del subdesarrollo, que es uno de los objetivos de la acción internacional, el deseo de poder sigue siendo, por desgracia, un criterio de juicio y un elemento de actividad en las relaciones entre los Estados”, lamentó el Obispo de Roma.
“Una mirada a nuestra vida cotidiana, en efecto, muestra cómo el egoísmo de unos pocos y los intereses cada vez más limitados de algunos nos llevan a pensar que en las armas podemos encontrar la solución a muchos problemas o nuevas necesidades, así como a aquellos conflictos que emergen en la realidad de la vida de las naciones”.
“En este momento, el aumento de los recursos económicos para el armamento se ha vuelto a convertir en un instrumento de las relaciones entre los Estados, demostrando que la paz es posible y realizable sólo si se fundamenta en el equilibrio de su posesión”, agregó el papa Francisco en su mensaje.
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