La última mujer criminalizada fue Liseth Rivera Moreno de 30 años, quien el 6 de mayo fue asesinada por disparos de arma de fuego en el cantón El Izcatal, San Isidro, en el departamento de Cabañas.
Entre los casos más notorios de este año se encuentra el de Rosa Gladis Pérez, de 26 años, asesinada junto a su hijo por Jonathan Alexander Patriz, su pareja sentimental, en un hecho reportado en Ahuachapán, en el oeste del país.
A inicios de año, el presidente Nayib Bukele convocó a su gabinete de seguridad para analizar el alza de los asesinatos de mujeres aunque no trascendieron acciones concretas para enfrentar el problema.
Mientras tanto, en la Asamblea Legislativa languidece una propuesta para crear la Ley de Responsabilidad Integral del Estado Salvadoreño con las Personas Víctimas de Feminicidio y Víctimas Indirectas.
Propuesta por el partido opositor Nuestro Tiempo, el proyecto buscaría garantizar reparación a las víctimas indirectas de los asesinatos pero aun no se fue analizada por el legislativo.
El Salvador junto a República Dominicana es de las naciones latinoamericanas con mayor índice de homicidios contra mujeres.
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