Una revisión de datos publicados en Internet, a propósito del Día de las Madres, da cuenta de que el 2021 fue el peor en las últimas seis décadas en cuanto a muertes maternas.
Según las estadísticas federales, el indicador registró un aumento significativo que se tradujo en 32.9 fallecimientos por cada 100 mil partos, cifra hasta 10 veces mayor que la que se ve en otros países desarrollados.
La tasa de mortalidad materna muestra, además, disparidades de acuerdo con la raza, pues en las mujeres negras es más del doble que entre las blancas.
Revelan los estudios que el índice de occisas entre las madres afroamericanas fue de 69,9 cada 100 mil embarazos, o sea, 2.3 veces más frecuentes que en madres blancas, o incluso latinas.
El 84 por ciento de esas fatalidades, reportadas en mayor frecuencia en comunidades pertenecientes a minorías, pudo prevenirse.
En el 2021, las muertes maternas se incrementaron aquí 40 por ciento (mil 205 más) con respecto a 2020.
A juicio de expertos, la ola de restricciones que viven numerosos estados de la Unión en materia de acceso al aborto podría empeorar el fenómeno.
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