En un artículo ampliamente difundido aquí, Kim Myong Chol aseguró que esa intromisión no solo es estéril a los designios de Kiev, sino que también, a la larga, desembocará en una aplastante derrota para Estados Unidos y en nefastas consecuencias para sus aliados europeos y asiáticos.
El analista apuntó que, a más de 450 días desde el estallido de la crisis en Ucrania a causa de la estrategia norteamericana de presionar a Rusia, Washington y la comunidad occidental, transpusieron la línea roja que nunca debieron cruzar.
Recordó que los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), encabezados por Estados Unidos -el mayor deudor del mundo-, han enviado a Ucrania armamentos letales por valor de más de 71 mil millones de dólares.
Kim también denunció que a la cruzada contra Rusia se unió Corea del Sur al ofrecer a Ucrania más de 800 mil proyectiles de grueso calibre y manifestar su voluntad de suministrarle otros medios letales.
Este preocupante hecho -alertó- revela que los nubarrones bélicos que se ciernen sobre el continente europeo se han desplazado a la región Asia-Pacífico y que la crisis de Ucrania pudiera derivar en otra guerra mundial.
Resaltó, por otra parte, que históricamente la nación rusa ha demostrado tener la entereza y las tradiciones de victoria suficientes como para frustrar las apetencias extranjeras y destruirlas por completo hasta sus orígenes.
Ellos (Estados Unidos y sus aliados) no deben olvidar ni por un momento que encontrarán la resistencia de los heroicos soldados y ciudadanos rusos, y que a su lado siempre estarán los países amigos amantes de la paz y la verdad, sentenció el artículo.
Pronosticó, por último, que al trágico fin del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, y su camarilla, que cedieron los destinos del pueblo ucraniano a fuerzas extranjeras, le seguirá la derrota de la Casa Blanca y sus aliados.
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