Las palabras pronunciadas por los jefes de Estado, incluidas las del país anfitrión, dieron la bienvenida al retorno de Damasco a su lugar entre sus hermanos en la Liga Árabe.
Nos complace la asistencia del presidente Al-Assad y esperamos que este retorno contribuya a apoyar a este país y mejorar su seguridad, dijo el príncipe heredero y primer ministro de Arabia Saudita, Muhammad bin Salman Al Saud.
Llamó a doblar la página del pasado que impidió el proceso de desarrollo y a evitar que la región siga siendo un campo de conflictos y guerras.
A su vez, el secretario general de la Liga de los Estados Árabes, Ahmed Abu Gheit, dio la bienvenida a los “hermanos sirios” y consideró que hoy más que nunca, existe una oportunidad que no debe perderse para solucionar políticamente la crisis siria.
En su intervención, el mandatario sirio consideró que los grandes retos y las amenazas encierran riesgos y a la vez oportunidades. Hoy, existe una oportunidad para que los árabes actúen con más fuerza en un mundo cambiante hacia la multipolaridad, precisó.
Instó a aprovechar la actual coyuntura para reordenar y solucionar los problemas árabes con la menor injerencia extranjera.
De acuerdo con el gobernante, las grietas que han surgido durante la última década deben ser tratadas, y lo más importante es dejar que los pueblos manejen sus asuntos internos y evitar la injerencia externa en estos asuntos.
Al-Assad aclaró que la acción árabe conjunta necesita visiones, estrategias y objetivos comunes que se convierten luego en planes ejecutivos, y la Liga Árabe debe un refugio ante las agresiones en lugar de ser una plataforma para hacer conspiraciones.
Asimismo, la declaración final de la cumbre saludó la decisión sobre Siria emitida por la reunión del Consejo de la Liga Árabe a nivel ministerial, y esperó que contribuya a apoyar la estabilidad de este país, preservar su integridad territorial y reanudar su papel natural en el mundo árabe. Hay que continuar e intensificar los esfuerzos árabes destinados a ayudar a Siria a superar su crisis, teniendo en cuenta el interés árabe común y las relaciones fraternales que unen a todos los pueblos árabes, indicó el texto.
Durante la cumbre, las cámaras captaron apretones de mano y conversaciones laterales por primera vez en 12 años entre el presidente sirio y su homólogo egipcio Abdul Fatah El Sisi, y con el emir de Qatar, Hamad Bin Tamim, y con el príncipe heredero saudita Muhammad bin Salman Al Saud.
La cita, según analistas, fue un éxito, y la participación de Siria dio cierto optimismo sobre la anhelada unidad árabe, además de enviar un mensaje a Estados Unidos de que las presiones y ya no les funcionan como antes, en un mundo cada vez más multipolar.
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