Tampoco, afirmó, fue posible llegar un acuerdo para una nueva ayuda militar a Ucrania, donde el 24 de febrero del pasado año, el presidente Vladimir Putin ordenó una operación para responder a un pedido de proteger a la población sublevada del Donbás.
Fue imposible tomar una decisión para continuar el financiamiento de los suministros bélicos a Kiev, a partir del llamado Fondo Europeo de la Paz, declaró Sziijarto a la prensa magiar.
El canciller húngaro afirmó que su país condicionó el respaldo financiero a Ucrania, a la eliminación del banco OTR de una lista ucraniana de supuestos patrocinadores internacionales de la guerra.
Además, la delegación nacional en el encuentro de ministros de Relaciones Exteriores del bloque se pronunció en contra de varias de las disposiciones contenidas en el onceno paquete de restricciones contra Moscú, aclaró el titular, citado aquí por la prensa.
El alto representante de la UE para la Política Exterior y Seguridad Internacional, Josep Borrell, debió reconocer que el onceno paquete de medidas punitivas provoca objeciones no solo por parte de Hungría, sino también de otros miembros de la entidad comunitaria.
Uno de los puntos más polémicos en el nuevo grupo de restricciones contra Rusia es el llamado hecho, sobre todo por Alemania, a boicotear la compra a Rusia de todo lo relacionado con la esfera nuclear, tanto combustibles, como tecnologías o contratos de construcción.
Francia, uno de los países europeos que más emplea la energía atómica para generar electricidad, se encuentra entre los menos entusiasmados en la UE con la exhortación hecha por Alemania, que a principios de este mes clausuró sus últimos seis bloques nucleares.
Rusia fue en 2020 el principal suministrador de uranio para centrales atómicas en el orbe, pues producía entonces el 40 por ciento del total de esa materia.
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