Desde el primer uso el 22 de mayo de 2010 de las billeteras de criptomonedas, esta moneda no termina de despegar entre los salvadoreños y su valor se mantiene en crisis tras continuas quiebras de instituciones bancarias.
El BCR comenzó a registrar el flujo de remesas en estos canales desde la adopción del bitcoin como moneda de curso legal, en septiembre de 2021, pues una de las principales promesas del Gobierno era que el envío de dinero desde el exterior sería más barato que con las casas remesadoras.
Al parecer el asunto no cuaja, y desde enero a abril pasados se enviaron 32 millones de dólares en los monederos de criptomonedas -como la Chivo Wallet-, equivalente al 1,2 por ciento de todo el flujo de remesas canalizado en el primer cuatrimestre. La cifra es 7.5 millones inferior a los 39.4 millones registrados en el igual etapa de 2022.
Las estadísticas del ente bancario muestran que los salvadoreños en el exterior prefieren enviar las remesas a través de las empresas habituales, que canalizan el 60 por ciento de todo el flujo, seguido de los bancos que representan el 36,2 por ciento.
En los últimos días el bitcoin se cotizó en 27 mil 400 dólares, alejado del precio máximo histórico que logró en diciembre de 2021 de 68 mil 789.63 dólares.
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