El mandatario apuntó que Rusia continúa siendo un socio comercial y económico clave para Belarús y resaltó que en el primer trimestre de este año se registró un crecimiento del comercio bilateral de 18,4 por ciento, el cual consideró significativo y una buena tendencia a preservar.
Comentó que hay resultados positivos en otras áreas que serán parte de los análisis durante la conversación con Lukashenko, señaló el sitio oficial del Kremlin.
En tal sentido, se refirió a las cuestiones relacionadas con la construcción del Estado de la Unión.
Al respecto, subrayó la importancia de trabajar con calma, de hacerlo todo de manera coherente, sin adelantarse, cumpliendo las etapas programadas y velando por los intereses de las partes, informó la publicación.
Al inicio del encuentro, el mandatario se refirió la ‘oleada de emociones’ provocada por los sucesos vinculados con el desvío del avión de la línea aérea Ryanair y el aterrizaje de emergencia de la nave en Minsk.
Putin comparó las innumerables condenas y hasta sanciones de Occidente contra Belarús a partir del hecho, con el silencio que acompañó al aterrizaje forzoso del avión del presidente boliviano, Evo Morales, en 2013.
‘El avión del presidente de Bolivia aterrizó. El presidente fue sacado del avión y nada, silencio’, recordó el jefe de Estado.
La nave en la que volaba Morales regresaba a La Paz desde Moscú, donde el entonces presidente participó en la Segunda Cumbre del Foro de Países Exportadores de Gas, el 2 de julio de 2013, cuando se vio obligada a realizar un aterrizaje no programado en Viena.
Esto sucedió después de que varios países europeos, España, Italia, Portugal y Francia, le retiraron el permiso al avión ejecutivo para cruzar su espacio aéreo. La justificación fue la sospecha de la supuesta presencia del exoficial de la inteligencia estadounidense Edward Snowden, a bordo del avión presidencial.
Bolivia y otros países latinoamericanos condenaron el incidente como un intento de asesinar a Morales en flagrante violación del derecho internacional.
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