Svitolina convenció a expertos y aficionados de su buen regreso, no solo por alcanzar el título número 17 en su carrera profesional, sino por el juego agresivo y desenvolvimiento táctico exhibido sobre las canchas de tierra batida del Tennis Club de la referida ciudad francesa.
La jugadora ucraniana de 28 años estuvo alejada del circuito de la Asociación femenina de Tenistas Profesionales (WTA, siglas en inglés), debido a su maternidad, pero regresó a competencias a inicios de abril en el torneo de Charleston, Carolina del Sur (Estados Unidos).
Tras algo más de un año alejada de las canchas por maternidad, la exnúmero tres del ranking mundial aspira subir nuevamente en la clasificación, pues antes de este torneo apenas se situaba en el puesto 508.
El torneo sirve de fogueo para el Abierto Roland Garros, segundo Grand Slam de la temporada y en el cual la ucraniana nunca ha logrado avanzar más allá de los cuartos de final.
Empeño que esta vez se le torna bien difícil, no solo por los meses sin competir, sino por enfrentar en primera ronda contra la italiana Martina Trevisan, de 29 años, número 26 del mundo y además semifinalista el pasado año en la propia lid de la urbe parisina.
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