El mundo necesita urgentemente sanar. Estoy seguro de que mientras nuestros niños sigan cantando, ayudarán a sanar nuestro planeta, afirmó el maestro de la nación sudamericana al término del encuentro.
Confluyeron en el improvisado escenario capitalino los coros Solfa, Alegretto, Voces Blancas, Misol, Olas, entre otros, que contagiaron con su alegría a los asistentes.
Al decir de su creador, el concierto pretendió reforzar lazos entre Ecuador y Cuba desde la educación musical y el arte coral infantil y juvenil.
José Criollo Miranda es un director ecuatoriano formado en Cuba por lo que siempre busca la aproximación entre los dos países, afirmó en exclusiva a Prensa Latina José María Borja, embajador de la nación sudamericana aquí, quien calificó el espectáculo de maravilloso y fraterno.
Por su parte el músico manifestó gran satisfacción por trabajar con niños que son «los grandes artistas del futuro» y habló de hermanamiento entre las dos naciones en el ámbito cultural.
La fundación Guayasamín en Quito, la casa museo dedicada al destacado pintor en Cuba y la embajada ecuatoriana en La Habana patrocinan este intercambio cultural que incluyó la inauguración días atrás de la exposición Abrazos entre líneas y color de la pintoras Pilar e Isabel Bustos.
Al encuentro asistieron miembros del cuerpo diplomático acreditado aquí y artistas de diferentes manifestaciones.
En próximas jornadas otras actividades que se llevarán a cabo en diferentes espacios de esta capital como la Casa del Alba y el Instituto Cubano de la Música; se incluyen talleres para docentes, directores corales y para las infancias cantoras de los ensambles corales.
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