Este sábado, el exparlamentario por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) Manuel “El Chino” Flores presentó su candidatura para competir en las elecciones internas de su partido por la boleta que le permita el 4 de febrero de 2024 enfrentar al mandatario y a los otros candidatos que puedan surgir.
Eso es indicativo que las posibilidades de una alianza entre partidos políticos están en la cuerda floja y expertos como el economista y consultor independiente César Villalona consideran que no serán posibles y cada partido irá solo.
Eso no quiere decir que se aborte una alianza con sectores de la sociedad civil como dijo Flores, quien en rueda de prensa apuntó que “vamos a ir por una amplia alianza con sectores sociales, populares y sindicatos».
El Salvador enfrenta serios retos que se abren a las próximas elecciones de febrero de 2024 en las cuales hay caminos torcidos, unos que conducen a la consolidación de un régimen autoritario que, según algunos, politizó a la Fuerza Armada y la Policía, y eliminó de un golpe la separación de poderes.
Sin embargo las encuestas le dan un abrumador respaldo por sus innegables resultados en el enfrentamiento a las pandillas, ampliamente publicitado por el gobierno.
Seguridad y publicidad se aúpan entre sí para convertir al presidente Nayib Bukele y a su partido Nuevas Ideas en los favoritos del público, al menos eso dicen las encuestas, y con grandes opciones de barrer en 2024, aun cuando la mayoría de los expertos legales consideran inconstitucional que el mandatario apueste por la reelección violando la Constitución.
A menos de un año de las elecciones presidenciales en El Salvador se respira un ambiente cargado de contradicciones, afirmaciones rayanas con la falsedad e indefiniciones.
La gran pregunta en las últimas semanas es cómo y quién frenará la reelección del presidente Bukele en las elecciones del 4 de febrero próximo, que por mucho que se diga es inconstitucional, pero avanza por un camino que parece indetenible.
Un artículo del diario El Faro divulgó que partidos opositores y la sociedad civil están a punto de concretar una candidatura presidencial única que se conocerá en los próximos días.
Las negociaciones siguen en curso y se prevé aterricen en dos nombres esta semana. Los candidatos deberán ser propuestos por la sociedad civil, indicó el medio, aunque el avance de Flores elimina al FMLN de cualquier acuerdo.
No obstante, prosiguen los aprestos para ponerle una piedra en el camino al joven mandatario que hasta ahora hizo de la publicidad un arte que lo mantiene encumbrado entre sus compatriotas.
En esa dirección se mueven los partidos políticos. Según declaraciones citadas por el diario El Mundo, el Partido Nuestro Tiempo (centro derecha) esta cortejando al abogado especializado en arbitraje internacional Luis Parada.
No se descarta que este que pueda aceptar la precandidatura que las organizaciones de la sociedad civil propondrían a partidos políticos de oposición.
Parada fue un militar salvadoreño graduado de la academia de West Point en Estados Unidos, que se desempeñó como agregado militar adjunto en Washington, y recaló en la Dirección Nacional de Inteligencia, donde se encontraba el día del asesinato de los jesuitas en 1989.
Parada sería una opción para algunos sectores que tratan de explotar su imagen como miembro de la diáspora que aporta más de medio millón de salvadoreños con derecho al voto en el exterior, un filón nada despreciable.
El proceso hacia las urnas en El Salvador aun puede deparar sorpresas pese a que Flores negó una coalición con otros partidos políticos pero, si se toman en cuenta lo que dicen las encuestas, habrá reelección y otra nueva etapa del bukelismo a partir de junio de 2024.
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