Normalmente sería un As de triunfo, pero vista la situación como quedó para la izquierda tras los comicios municipales y autonómicos, pudiera convertirse en una acción desesperada de imprevisibles consecuencias.
Empero, en cuestión de “póker político” son habituales estrategias sorprendentes y en la idea de dar la vuelta a una situación muy incómoda para gobernar, a todas luces Sánchez acude al impacto de mínimos: si conserva el puesto en la Moncloa será un éxito sin precedentes y si lo pierde, confirmará que era el momento de una pausa.
Será asunto también de ver si las fuerzas izquierdistas cierran filas en torno al jefe del Ejecutivo y líder del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) o, como hasta ahora, siguen saliendo a flote discrepancias y posturas encontradas.
Luego del descalabro este domingo, Sánchez tomó por sorpresa a la opinión pública y sin dudas a la clase política, al anunciar el adelanto de las generales.
Las Cortes Generales (Parlamento) se disolverán este miércoles para cumplir con los plazos legales y poder anticipar las elecciones generales al 23 de julio.
Antes, el rey Felipe VI, con quien Sánchez ya conversó, debe que firmar el real decreto de disolución.
Este lunes en la tarde, el Consejo de Ministros aprobará el real decreto que disolverá el Congreso y el Senado, Su Majestad lo rubricará, para posteriormente publicarse este martes en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Los comicios se celebrarán el domingo 23 de julio, apelo a esta decisión a la vista de los resultados de las elecciones celebradas ayer. Asumo en primera persona los resultados y creo necesario dar una respuesta y someter nuestro mandato democrático a la voluntad popular, sentenció Sánchez. Este domingo, los conservadores del Partido Popular (PP) desplazaron a los socialistas de alcaldías importantes como las de Sevilla y Valencia, a la vez que se consolidaron de forma rotunda en la Comunidad y Ayuntamiento de Madrid, con dos pesos pesados de la organización a la cabeza, Isabel Díaz Ayuso y José Luis Martínez Almeida, respectivamente.
De otro lado, el PP dominó en seis regiones donde gobernaban los socialistas, la Comunidad Valenciana, Aragón, Extremadura, La Rioja, Baleares y Cantabria. Y agazapado, ya no en la sombra, la ultraderecha de Vox se anotó buenos puntos.
En las elecciones municipales, el PP consiguió más de siete millones de votos (un 31,5 por ciento), frente a los 6,2 millones (28,1%) del PSOE.
La vicepresidenta segunda y ministra del Trabajo, Yolanda Díaz, escribió en su cuenta de Twitter que está lista para asumir el reto.
“El mensaje recibido anoche fue muy claro: hay que hacer las cosas de otra manera. Sin distracciones. Desde este mismo momento estamos trabajando para ganar el próximo 23 de julio. Asumo el reto”, recalcó.
Díaz abraza del movimiento Sumar, de izquierdas, posiblemente una de las candidaturas importantes de cara a unas elecciones anticipadas que pudieran cambiar el rumbo político del país ibérico.
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