En un comunicado, el organismo indicó que esa decisión se tomó tras una reunión de análisis efectuada la víspera sobre la situación económica y política actual del país andino, así como de los plazos para la organización de los Juegos.
El COE, principal organizador de los Juegos, solicitó postergar la sede del evento deportivo en Guayaquil para 2029, con el objetivo de brindar mejores condiciones a los deportistas y optimizar la preparación de los atletas ecuatorianos.
De acuerdo con el presidente del comité organizador, Thomas Pellehn, no existen los fondos necesarios en este momento y el contexto político, según explicó el funcionario, también trastoca esos planes.
Pellehn detalló que al elegirse nuevas autoridades presidenciales y legislativas este año tras la declaratoria de muerte cruzada, existe la posibilidad de que el próximo gobierno no esté interesado en el proyecto, alertó.
Por su parte, el alcalde de Guayaquil, Aquiles Álvarez, reaccionó ante esta decisión a través de se cuenta en Twitter, donde indicó que la ciudad siempre estará feliz de ser sede de cualquier evento, más aún si es para los Juegos Bolivarianos, manifestó.
Sin embargo, Álvarez señaló que Guayaquil no tiene recursos para esa cita olímpica, que no se puede planificar sin saber que va a decidir el nuevo presidente de la República.
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