Maestro del cubismo, célebre entre otras obras por Guernika, “El Año Picasso” que conmemoran España, Francia, otros países europeos y Estados Unidos a propósito del 50 aniversario de su muerte, encuentra en la poesía otra faceta de su extensa y fructífera trayectoria.
Escribió nada menos de alrededor de 350 poemas en español y francés y será tema de conversatorio en el museo que precisamente alberga Guernika, en una actividad llamada Un fandango de lechuzas.
La idea es explicar las características de las obras escritas de Picasso, a la vez que se recitarán sus poemas de la nueva traducción realizada por Jessica Jaques Pi.
También, se dará un coloquio entre Androula Michael, experta en su obra literaria, y las integrantes de la colectividad ginocéntrica del Doctorado Picasso (Museo Picasso de Barcelona, Universitat Autònoma de Barcelona y Université Jules Verne).
Las expertas valoran que explorar la producción de Picasso en la poesía —y la dramaturgia— puede modificar lugares comunes en la interpretación de su obra plástica, dado que escribir, dibujar, pintar o esculpir fueron para él actividades híbridas y a veces indiscernibles.
Creador además de Las señoritas de Avignon, La vie (La vida), Muchacho con pipa, Autorretrato, Los tres músicos, Chica frente al espejo o El sueño, escribió sus poemas más iniciales en español y francés el entorno de 1935.
Los textos conocidos en vida son Fandango de lechuzas, junto a los grabados Sueño y mentira de Franco (1937), y los recopilatorios Scritti di Picasso (1935-1947) (1964), Poèmes et lithographies (1954) o Trozo de piel (1960); también las piezas teatrales Le désir attrapé par la queue (1945) y Les quatre petites filles (1949).
Llegó a decir “soy un poeta que se ha equivocado de camino”, un poco a tono con sus amigos más cercanos como Max Jacob, André Salmon, Guillaume Apollinaire, Jean Cocteau, Gertrude Stein o Paul Éluard, con quienes compartió mucho tiempo en París.
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