Un reciente informe del canal 12 local destacó la campaña que promueve la empresa Philip Morris, la mayor tabacalera del mundo: “Si no fumas no empieces, si fumas déjalo, si no lo dejas cambia”.
Este es el pensamiento que está transformando hábitos de consumo en el mundo, y El Salvador no es ajeno al debate en el cual se plantea que el cigarrillo convencional dentro de 10 años solo debía encontrarse en un museo y ceder su actual posición al vapeo, el cambio».
La combustión de un cigarrillo convencional libera miles de sustancias químicas de las que alrededor de 100 son clasificadas como dañinas o potencialmente dañinas, plantea la información divulgada en el informe.
La nueva técnica es presentada como la diferencia con las opciones que aunque contienen nicotina eliminan la combustión por lo tanto los niveles de químicos a los que se expone el fumador.
Según datos divulgados por medios de prensa y organizaciones de consumo, estos sistemas de calentamiento de tabaco desarrollados por Philips Morris están presentes en 70 países y en El Salvador pronto se contará con estos productos libres de humo.
En la actualidad en el mundo existen 19.5 millones de personas que utilizan estas alternativas, de las cuales el 69 por ciento ya abandonó el cigarrillo y se cambio a la opción con la esperanza de alejar enfermedades tan mortales como el cáncer de pulmón y otras del sistema respiratorio.
Algunos expertos aseguran que el vapeo sin nicotina puede ayudar a mitigar la ansiedad que se genera como consecuencia de la adicción a dicha sustancia, además de situar al usuario a una menor exposición a sustancias químicas.
En esta lucha por los mercados y en ocasión de la jornada contra el tabaquismo, el Fondo Solidario para la Salud (Fosalud) se unió con la campaña «¡No caigas en el engaño!» Vapear es tan dañino como fumar», para concientizar sobre los daños que presuntamente causan llamados vapeadores o cigarrillos electrónicos.
En El Salvador hay un notable descenso del consumo de cigarrillos tradicionales pese a los bajos precios de una oferta subterránea de marcas que entran clandestinas al país, principalmente en una triangulación ilegal que comienza en Panamá, base de una gigantesca red de ese comercio.
Este año, Panamá será anfitriona de Conferencia de las Partes para el control del Tabaco (COP 10), un evento en el cual algunos delegaciones abordarán el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT), como “un acuerdo de salud pública global obsoleto” que no tiene en cuenta las opiniones de las partes interesadas.
Expertos en salud pública critican el acuerdo de la Organización Mundial de la Salud (OMS), por excluir y desestimar los avances científicos, tecnológicos y los beneficios de los productos de riesgo reducido como herramienta para luchar contra el tabaquismo.
Es evidente que un asunto de salud pública vinculado con las enfermedades causadas por el tabaquismo se transformó en un asunto moral que debate la ética y la idoneidad del uso de sustancias.
Se espera que El Salvador esté presente en noviembre en Panamá, pues hoy es uno de los países más afectados por el humo de miles de fumadores de cigarrillos convencionales que provienen del comercio ilegal que se genera desde la nación istmeña, donde estarán presentes los que apoyan el vapeo.
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