Para los próximos 15 días, el sistema registra un total de 174 localidades de 340 en situación extrema, 22 más en comparación con el anterior reporte (152).
Ahora suman 92 los territorios en naranja (alerta alta) y 74 en amarillo (alerta media), estos dos colores con muy pocos cambios en el mapa epidémico de dos semanas atrás.
Este nuevo retroceso no sorprende, ya que desde el pasado 5 de febrero comenzó el aumento sostenido de casos positivos de la Covid-19, hasta llegar hoy a superar los 254 mil y más de ocho mil fallecidos desde la entrada aquí de la pandemia, el 13 de marzo del pasado año.
Desde hace más de tres semanas, los contagios no bajan de mil en las estadísticas diarias del Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, envuelto en una campaña de inmunización desde hace tres meses con pocos avances debido a la lentitud del proceso y la falta de vacunas para una convocatoria masiva.
Solo la semana última comenzó el registro de los mayores de 60 años, comprendidos en una de las subfases de la etapa II, aunque aún reciben su primera dosis las personas de 70 años en adelante y el personal de primera línea de combate a la enfermedad completa el esquema.
Ante las críticas cada vez más fuertes al Gobierno por parte de la oposición, organizaciones civiles y hasta empresariales, el presidente Alejandro Giammattei responsabilizó al 75 por ciento de los países ricos del acaparamiento actual, que deja al otro 25 por ciento en una lucha desigual por las vacunas, afirmó.
Sin embargo, diputados de diferentes bancadas y medios de prensa señalan otros factores que influyen en el rezago del programa sanitario como constantes fallas en el registro digital de las personas, negociación tardía de los fármacos y ausencia de una eficaz campaña de comunicación dirigida a poblaciones indígenas, renuentes en muchos casos a inmunizarse por desconocer sus beneficios.
Otro grupo de guatemaltecos, entre 18 y 50 años, está viajando a Estados Unidos o México en una especie de ‘turismo de vacuna’ promovido por las agencias, pues ven muy lejano su turno aquí en medio de una tercera ola de la pandemia que no da respiro a las salas de terapia intensiva.
Las cifras de fallecidos no ceden, con 20 y 30 decesos diarios, en tanto los llamados a cumplir los protocolos sanitarios y evitar aglomeraciones no surten ya el efecto necesario para disminuir los riesgos, alertaron expertos.
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